Si
estás buscando algo que hacer en uno de esos días (muy poco frecuentes) de
lluvia, en la Costa Blanca o, si simplemente te apetece saber más de la cultura
y la historia que hace que la región sea tan rica, Sonneil te presenta sus cinco
museos favoritos en la Costa Blanca.
MACA
Alicante
El
Museo de Arte Contemporáneo de Alicante (MACA) alberga tres colecciones
permanentes de arte. Lo más destacado del lugar es la colección de Juana
Francés, donada al museo por la artista, que incluye obras gráficas, pinturas y
bocetos. El edificio público, de estilo Barroco, donde se exhibe parte de la
colección, está adosado a una estructura moderna que alberga la colección de
arte del siglo XX, con piezas de grandes artistas como Salvador Dalí, Joan Miró
y Pablo Picasso.
Museo
del Chocolate de Villajoyosa
A
pocos kilómetros al sur de Benidorm se encuentra la Fábrica de Chocolate Valor
de Villajoyosa, la más antigua y
prestigiosa de España. El objetivo del museo, inaugurado en 1998, es mostrar el
proceso de producción de esta delicia amada en todo el mundo. En el edificio
del siglo XIX, que en su día fue la pequeña fábrica familiar, el visitante
recorre los 500 años de historia del arte de la elaboración del chocolate,
desde los tiempos en los que el cacao se molía en piedra, hasta nuestros días.
Los paneles explicativos ilustran el origen del chocolate, las variedades de
cacao existentes, su introducción en España y los utensilios utilizados a lo
largo de los siglos para su consumo.
Baños
árabes de Elche
Construidos
alrededor del año 1150, los Baños Árabes de Elche fueron un tesoro
escondido del patrimonio local hasta su restauración y apertura al público en
1998. Están situados bajo tierra, en el Convento de la Merced, donde
antiguamente se utilizaban como almacén para las monjas. Los baños, que están
increíblemente bien conservados, se encuentran entre los pocos ejemplos de
arquitectura pública islámica que aún se conservan en la región. Los baños se
dividen en tres salas paralelas: templadas, calientes y frías, separadas por
arcos y columnas bajo bóvedas de cañón con tragaluces. Durante la visita, una
voz grabada explica los diferentes usos de cada sala, mientras que las luces y
los sonidos recrean la atmósfera de los baños originales.
Museo
de vehículos antiguos
En
2003, tras más de 25 años de trabajo de recuperación y restauración de
motocicletas y microcoches, Don Ricardo Fracés Seguí abrió las puertas del
Museo de Vehículos Históricos de Guadalest, situado a unos 20 Kms de Benidorm. La colección,
compuesta por unas 140 motocicletas y varios coches de los años 20 a los 70, es
un verdadero viaje motorizado a través la historia de estos vehículos. Además
de motos y coches, el museo está decorado con una serie de objetos antiguos
como máquinas de coser, máquinas de escribir, cafeteras, teléfonos y radios,
cada uno de ellos siendo un “clásico” por derecho propio.
Museo
arqueológico de Alicante
Este
galardonado museo ofrece muestras arqueológicas sobre los habitantes
prehistóricos de la zona. Situado en un edificio histórico renovado, que fue
antiguamente un hospital, sus ocho galerías cuentan cómo las gentes vivían
desde la antigüedad hasta la actualidad. Las salas están diseñadas en
diferentes formas, de acuerdo con la época, por lo que se experimentan múltiples
sensaciones, desde la vida en cuevas, hasta el día a día a bordo de un galeón
en alta mar, permitiendo realizar un emocionante viaje a través de la historia.
Al entrar en la zona de exposición, el visitante se sumerge inmediatamente en
la geografía alicantina y se le muestra
la riqueza y variedad de sus paisajes naturales. Desde aquí, se inicia el
recorrido histórico a través de las galerías permanentes dedicadas a la
Prehistoria, a los íberos, a los romanos, a la Edad Media y a las épocas
moderna y contemporánea.
La ciudad de Elche, situada a unos 20 km de Alicante, tiene mucho
que ofrecer: un centro lleno de historia que se remonta a la época prerromana y
un interior que cuenta con hermosas playas y espectaculares parques nacionales.
Sin embargo, podría decirse que su característica más emblemática es su
magnífico palmeral.
Este mágico lugar, declarado Patrimonio de la Humanidad
por la UNESCO, está formado por una gran extensión de palmeras (se dice que son
doscientas cuarenta mil, una por cada habitante de Elche) situadas en varios
jardines y parcelas que rodean el centro de la ciudad. Se trata del único
palmeral de este tipo en Europa y de uno de los más grandes del mundo,
superando en tamaño a muchos otros situados en los países árabes.
Se cree que fueron los cartagineses los primeros en
empezar a cultivar palmeras en la Costa Blanca y los romanos, que llegaron más
tarde, continuaron cultivándolas. Todo ello, antes de la llegada de los árabes
que extendieron mucho la plantación de palmeras datileras. Bajo el dominio
árabe de Abd al-Rahman, se instaló un sistema de riego y posteriormente, en la
Edad Media, se promulgó una serie de leyes para proteger dicha plantación. Los
moriscos también desarrollaron un sistema de riego con el agua del río Vinalopó
que atraviesa la ciudad y que aún hoy se utiliza.
Las partes más famosas del palmeral son el Parque
Municipal, Huerto de Abajo, Huerto del Cura y Huerto del Chocolatero. Las palmeras
más antiguas se encuentran en el Huerto del Cura, donde se pueden encontrar
ejemplares de unos 300 años de antigüedad. El huerto del Cura también alberga
el árbol más bello de todos: la palmera imperial, que con sus ocho troncos se
asemeja a una especie de candelabro, el cual ha atraído a multitudes desde el
siglo XIX, entre ellas a la emperatriz austriaca Isabel, que visitó el jardín
en 1894 y lo declaró digno de un imperio.
Una visita al Museo del
Palmeral es algo indispensable para conocer más sobre la historia y la cultura
del Palmeral. Allí también se puede descubrir la especialidad artesanal de
Elche, el tejido de la palma blanca: una artesanía local que consiste en el
tejido de hojas de palma secas, creando así, piezas de artesanía de extraordinaria
exquisitez para su uso en la procesión del Domingo de Ramos.
En el año 2000, la UNESCO concedió al Palmeral la categoría de Patrimonio
de la Humanidad, poniendo énfasis en la transferencia de paisajes y prácticas
agrícolas de una cultura y continente a otro (desde el norte de África árabe a
la Europa cristiana).
Entre
el gran número de experiencias maravillosas de las que se puede disfrutar en la
Costa Blanca, encontramos una vida cultural en constante ebullición. Además de
las innumerables fiestas patronales y de interés turístico que atraen a la población
local, también se puede disfrutar de grandes festivales de música, la mayoría
en verano, que atraen a artistas y asiduos a las fiestas de toda España y del
extranjero. A continuación, presentamos la selección de Sonneil de los cinco
mejores festivales de música de la Costa Blanca.
Alicante Spring Festival
El
Alicante
Spring festival, que se celebra durante dos días de la última semana de
mayo, presenta lo mejor del indie, pop y ritmos urbanos. En su nueva ubicación,
en el aparcamiento de la Institución Ferial Alicantina, el Spring Festival ha
conseguido mantener el mismo ambiente relajado que tenía en su antigua ubicación,
en el Puerto de Alicante y sigue atrayendo a multitud de amantes de la música.
Fecha: 24-25 de mayo
Los precios de las
entradas comienzan a partir de 22 euros y los niños de hasta 11 años pueden
acceder de forma gratuita, hasta alcanzar la capacidad reservada de 200
menores.
Reggaeton Beach Festival
Tras
el éxito de los dos Festivales “Reggaeton Beach” celebrados en 2018, en Benidorm y Barcelona, el
mayor Urban Beach Festival o (Festival de Playa Urbana)
de Europa, sigue creciendo y ofreciendo un escaparate para los artistas más
importantes de la música urbana y reguetón. Además de disfrutar de grandes
conciertos, también se pueden realizar otras actividades culturales,
gastronómicas y deportivas para todos los públicos.
Fecha: 13 de julio
Entradas a la venta a
partir de 30 euros. Los niños menores de 14 años deben ir acompañados de un
padre o tutor legal.
Low Festival
Del 26 al 28 de julio,
Benidorm vuelve a acoger el Low Festival que se celebra en la Ciudad Deportiva “Guillermo
Amor”.
Este
festival de música Indie-pop comenzó en 2008 y, desde entonces, se ha consolidado
como uno de los festivales de verano más populares del panorama nacional, con
más de 70 artistas de rock, pop y electrónica. Con cuatro escenarios y un
ambiente increíble, es uno de los eventos
más destacados del calendario estival alicantino. Existen tres tipos de
entradas disponibles: la entrada de 3 días, la entrada de 3 días VIP y la
entrada de 3 días VIP Pool, que permite acceder a una zona exclusiva que cuenta
con una piscina olímpica.
Festival de Jazz de Denia
Para
aquellos con una actitud más relajada, el festival de Jazz de Denia podría ser
lo más adecuado. Este estilo de música, que se nutre de artistas de renombre de
la escena mundial del jazz, se complementa con una amplia gama de actividades
diseñadas para que toda la ciudad de Denia sienta el ritmo,
incluyendo clases de baile de Lindy Hop y actuaciones gratuitas en el centro de
la ciudad. A diferencia de la mayoría de festivales que se celebran durante varios
días consecutivos, el festival de jazz de Denia, celebrado en los jardines de
la finca Torrecremada, tiene lugar las noches del 1, 8 y 22 de agosto.
Las entradas cuestan 15
euros por día.
Benidorm Summer Festival
Durante
este festival, que tiene lugar en la primera semana de julio, Benidorm se
convierte en la ciudad europea de la Bachata, Kizomba, Cubano y Salsa. Además
de conciertos, espectáculos y clases, se organizan otras actividades con el
objetivo de familiarizar a los no iniciados con el maravilloso mundo de la
danza.
Una de las diferencias más notables entre la vida en España y en
el Reino Unido es la gran cantidad de vacaciones y días festivos del calendario
español. Para alguien que haya crecido fuera de España, puede parecer que cada
dos por tres se está celebrando algún día festivo. De hecho, cada año cuenta
más de veinte días festivos en todo el país, algunos de los cuales solo se
celebran en algunas regiones, mientras que otros se disfrutan en todo el país.
A continuación, se puede ver la lista de Sonneil de los cinco mejores periodos
festivos que se pueden disfrutar en la Costa Blanca.
Moros y cristianos
La fiesta de Moros y Cristianos conmemora la Reconquista de España
por la monarquía católica. La Reconquista tuvo lugar hasta el año 1492, tras
más de 700 años de dominio musulmán. La Reconquista se celebra anualmente en
toda España, pero las ciudades de Valencia y Alicante la celebran con especial entusiasmo. Los lugareños se visten de
moros o cristianos para la ocasión y recrean las batallas. Ambos grupos recrean
batallas en las calles, llenas de ruido y humo, y son observados por miles de
espectadores. Por el contrario, a mediados de agosto, Denia celebra la fiesta
de Moros y Cristianos como un homenaje a la convivencia de culturas, destacando
la tolerancia y la multiculturalidad que existió entre las diferentes razas
protagonistas.
San Juan
Los Fuegos de San Juan anuncian la llegada del verano. A
medianoche, la ciudad de Alicante ofrece un magnífico castillo de fuegos
artificiales y se queman estatuas de papel maché durante una ceremonia llamada
la Cremà de la Hoguera. Por la tarde, todos se dirigen a la playa donde disfrutan
un pícnic y asan sardinas o carne a la parrilla. A esto le sigue el tradicional
baño de medianoche, que se dice que lava la mala suerte y atrae la buena
fortuna.
Las Fallas
La Costa Blanca celebra en marzo las famosas fiestas de Las
Fallas, durante las cuales se llevan, en procesión por las calles, gigantescas
estatuas satíricas de famosos o políticos antes de ser quemadas. Se trata de la
fiesta más importante de la Comunidad Valenciana y atrae a miles de turistas
cada año. Si bien Valencia cuenta con las celebraciones más espectaculares que
conmemoran las Fallas, también otras localidades como Benidorm, Calpe, Denia, y
Gandía, entre otras, ofrecen festividades similares dignas de ser
visitadas.
Carnaval
El carnaval más famoso es, quizás, aquel asociado con Brasil. Sin
embargo, este es ampliamente celebrado en todo el mundo latino, incluyendo la
Costa Blanca. Acabando el Miércoles de Ceniza, el Carnaval sirve como un último
festín de exceso y desenfreno antes de que llegue la austeridad de la Cuaresma.
En Benidorm, donde tiene lugar el mayor desfile, miles de personas acuden a ver
las gigantescas carrozas decoradas y a bailar al ritmo de las bandas de
música.
Los Tres Reyes Magos
Este es uno de los días más esperados del año para los niños, ya
que es cuando los Reyes Magos vienen y les traen regalos. En esta época del año,
las calles todavía están decoradas con luces navideñas y las plazas están
llenas de cantantes de villancicos de Navidad. En la noche de la epifanía, el 6
de enero, los Reyes Magos llegan en sus camellos cargados de regalos y tiran
dulces y golosinas a los miles de niños reunidos a lo largo de la ruta del
desfile. Experimentar esta arraigada tradición española resulta imprescindible.
La Costa Blanca es un paraíso para los amantes del golf, con 21
campos -incluidos 3 de pitch and putt-,
varios de los cuales fueron diseñados por algunos de los nombres más famosos de
este deporte. Con la mayoría de los campos situados a lo largo de la costa, se
puede disfrutar del cálido clima mediterráneo mientras se juega en magníficos fairways. A continuación, encontrará una
selección de algunos de los mejores campos de golf de la Costa Blanca.
Las Colinas
Situado en el extremo sur de la provincia de Alicante, cerca deTorrevieja, Las Colinas Golf and Country Club ha sido clasificado entre los
100 mejores campos de golf de Europa por la revista Golf World. Diseñado por el
renombrado arquitecto paisajista norteamericano Cabell B. Robinson, es un
verdadero campo de campeonato, con el único objetivo de ofrecer los mejores
servicios y comodidades para asegurar que cada jugador tenga una experiencia
única.
La Finca
El club de golf La Finca se encuentra en un entorno natural de
gran belleza y con unas vistas fantásticas. Sus instalaciones están abiertas a
todos aquellos que quieran jugar al golf en plena naturaleza y a la vez
disfrutar de las playas, clubes náuticos y un sinfín de instalaciones y
servicios a tan solo unos minutos de distancia. Varios lagos con agua corriente
y zonas de juncos a lo largo del campo añaden belleza y dificultad al juego y
han hecho del lugar el hogar de una gran variedad de aves acuáticas
migratorias, como patos y garzas, mientras que el interior del campo alberga
olivos y palmeras, creando así un hermoso telón de fondo de vegetación con un
marcado sabor mediterráneo.
Don Cayo
Fundado en 1974 pero completamente rediseñado en 2006, este campo
de 9 hoyos ofrece unas vistas espectaculares, especialmente en el tercer hoyo
que abarca la bahía de Altea, al
norte de Benidorm, y el séptimo hoyo, donde se divisan las montañas de la
Sierra de Bernia que rodean la Marina Baixa. Tiene un diseño muy atractivo, y
su ubicación lo convierte en un lugar inmejorable para jugar al golf. Se trata
de un club semiprivado abierto al público, con socios y jugadores green fee que utilizan el campo.
La Sella
Situada al sur de la ciudad de Dénia, esta joya de 27 hoyos es
obra del gran José María Olazabal. Construido en tres campos de 9 hoyos, entre
1990 y 2010, el campo de golf La Sella ha acogido el Ladies European Tour en
cuatro ocasiones. Este impresionante campo, sembrado con pinos, almendros y
algarrobos, goza de unas maravillosas vistas a las montañas y al
Mediterráneo.
Oliva Nova
Creado en 1992 por la leyenda española del golf, Severiano
Ballesteros, el campo Oliva Nova tiene una extensión de 50 hectáreas. El campo,
situado en un gran complejo residencial, está rodeado de viviendas, pero no por
ello deja de ser muy atractivo. El agua ocupa un papel fundamental en este
campo de 18 hoyos altamente técnico que alterna hoyos cortos y hoyos mucho más
largos. Solo los hoyos 1, 2, 13 y 14 están libres de obstáculos de agua, pero
el viento sigue siendo un elemento muy importante durante todo el campo.
Puede que las islas Baleares de Mallorca, Menorca e Ibiza sean las
más grandes y conocidas de las islas mediterráneas españolas, pero no son las
únicas. De hecho, la Costa Blanca acoge como un tesoro tres bonitas islas que
bien merecen una visita. He aquí la guía Sonneil de las islas de la Costa Blanca.
Islote de
Benidorm
Isla
de los pavos reales, isla de los periodistas, el islote de Benidorm, o simplemente L’Illa para los lugareños, la pequeña roca
triangular frente a la costa de Benidorm es una visita imprescindible para los
amantes de la naturaleza. Con solo 350 m de largo y 260 m de ancho, destaca por
el acantilado de 70 m de altura en su cara sur. El islote forma parte del
Parque Natural de la Sierra Helada, debido a la riqueza de su flora y fauna,
tanto en tierra como en las aguas que lo rodean.
Situado a tan solo dos millas náuticas y media de la costa, frente
al promontorio de Canfali que divide las playas de Levante y Poniente en
Benidorm, este islote deshabitado cuenta con un bar y restaurante para atender
las necesidades de la gran cantidad de personas que lo visitan a diario.
Se puede llegar en ferry desde la playa de Levante, con embarcaciones
que zarpan cada hora y tardan unos 20 minutos en alcanzar el islote. El precio
del billete incluye un paseo en el
AQUASCOPE, una embarcación especial
con una cabina de visión submarina que permite observar el panorama bajo las
olas. El Aquascope te llevará a dar un breve paseo de unos quince minutos
alrededor del islote, durante el que podrás observar estrellas de mar,
calamares y enormes bancos de peces, todo a la altura de la vista.
De regreso a tierra firme, el islote de Benidorm se puede explorar
a pie a lo largo de un sendero que lleva hasta la cima, donde podrás disfrutar
de las impresionantes vistas de la costa de Benidorm.
Isla de Tabarca
La
isla de Tabarca es una
reserva marina de 2 km de largo y 400 m de ancho, situada a 16 km frente a la
costa de Alicante. La isla fue una vez refugio para
los piratas berberiscos, antes de que el rey Carlos III, en el siglo XVIII,
dispusiera que fuera confiscada y fortificada en nombre de la Corona. La
repobló con pescadores genoveses rescatados de las garras de los piratas tras
haber permanecido cautivos en la ciudad tunecina de «Tabarka”.
La única isla habitada de la Comunidad Valenciana cuenta con una
población que varía entre algunas decenas de personas en invierno y algunos
cientos en verano, cuando alrededor de 3000 visitantes llegan a diario a la
isla. El flujo anual de visitantes se debe en gran medida a su playa principal,
que es una de las más hermosas de la zona de Alicante. Otros sitios de interés
incluyen la vieja ciudadela amurallada y la pintoresca zona del puerto.
Se puede llegar a la isla de Tabarca en barco desde Alicante,
Santa Pola, Guardamar, Torrevieja y Benidorm. Desde Alicante, el trayecto suele
durar unos 45 minutos y tiene un precio de 18 euros.
Isla del
Portichol
La isla de Portichol se sitúa en el término municipal de Jávea, en la comarca de la Marina Alta, en la provincia de Alicante.
Con su particular forma redonda y montuosa, la isla de Portichol
se sitúa justo frente a la costa de Jávea, con la que está conectada mediante
una franja de tierra sumergida unos 3 m bajo el agua, llamada istmo. Solo se
tarda cinco minutos en llegar a ella desde el puerto de Jávea y sus alrededores
son muy estimados por los buceadores gracias a sus aguas cristalinas.