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Una ciudad con más de 3.000 años de historia y origen fenicio que, en los últimos años, ha emprendido un proceso de rejuvenecimiento, convirtiéndose en una de las capitales más interesantes de España.

La peatonalización del centro de la ciudad, la llegada de muchísimos restaurantes y hoteles de alta gama y la apertura de museos y galerías de alto nivel han contribuido a hacer de Málaga la capital de la Costa del Sol por excelencia. Te contamos qué visitar en Málaga.

Cultura

Visitar Málaga es volver a casa con más riqueza cultural. Arte clásico, arte contemporáneo y patrimonio se dan la mano para formar una oferta que poco tiene que envidiar a las grandes capitales europeas.

Patrimonio 

Málaga es una ciudad rebosante de patrimonio histórico y cultural. Lo mejor es que lo descubras por ti mismo, pero, mientras tanto, aquí tienes algunos de los imprescindibles.

  • Teatro romano de Málaga. Muy cerca de la Alcazaba está el mayor descubrimiento arqueológico de la ciudad: el Teatro Romano de Málaga. Cuando, a mediados del siglo XX, se excavó el centro de Málaga para construir un edificio público, aparecieron los restos del llamado Aditus Maximus.

    Construido en el siglo I, en él se representaban obras de la época. Lo que mejor se conserva es el graderío, que tiene unos 16 metros de altura. 
  • Alcazaba de Málaga. La Alcazaba y Málaga son indisociables. Construida el siglo XI, esta fortaleza árabe vigila la ciudad desde los pies del monte Gibralfaro. 110 torres, murallas… e incluso figuras católicas como vírgenes, ya que, con la caída de la ciudad frente a los Reyes Católicos, la alcazaba se convirtió en un edificio cristiano.

    No te pierdas esta imponente fortificación que nunca ha sido conquistada
Qué ver en Málaga
  • Catedral de Málaga. Tres siglos -del XVI al XVIII- se tardó en construir este imponente templo, la segunda catedral más alta de la comunidad andaluza. Para levantarla, se utilizaron los cimientos de la Mezquita Mayor de Málaga. Toda una declaración de intenciones de los Reyes Católicos durante la Reconquista.

    Los estilos gótico, barroco y renacentista se unen en ‘La Manquita’, como la llaman los malagueños por la falta de una segunda torre, cuya construcción nunca se culminó.
  • Castillo de Gibralfaro. En el monte pegado al mar donde se levanta hoy el Castillo de Gibralfaro solía haber un faro fenicio. Pero, como suele pasar, la siguiente civilización utilizó sus restos para construir esta fortaleza, que servía para proteger la Alcazaba. Fue Abderramán III quien ordenó la construcción de un edificio que fue una de las fortalezas más inexpugnables de la península y que, después, se convirtió en residencia de Fernando el Católico.

Museos

Entre tanta naturaleza, paisajes y rincones, la cultura también se hace un hueco. Málaga cuenta con tres de los museos más importantes de España.

  • Centro Pompidou. Málaga es la primera sede que el Centre Pompidou de París estableció en el extranjero. Ya desde el exterior, con ese imponente cubo de colores, se puede intuir que su contenido es de lo más disruptivo.

    Más de 90 obras de muy diversos estilos en un museo de 2.000 metros cuadrados en el que puedes disfrutar de piezas como El sombrero de flores de Picasso, El marco de Frida Kahlo y La violación de René Magritte.  
  • Museo Picasso Málaga. Visitar la capital de la Costa del Sol y no pasar por el Museo Picasso Málaga debería ser pecado. ¡Por algo se ha convertido en el museo más visitado de Andalucía! Siguiendo el deseo del artista, que quería que su obra estuviera presente en su ciudad natal, el MPM se inauguró en 2003 en el Palacio de Buenavista, en pleno centro de Málaga.

    Nada más y nada menos que 233 obras te esperan en un recorrido temático y cronológico perfecto para conocer en profundidad la trayectoria artística de Picasso.
  • Museo Carmen Thyssen. En 2011 se inauguró esta pinacoteca, que acoge una de las colecciones más importantes de la pintura española y andaluza de los siglos XIX y XX. Las más de 250 obras forman parte de la colección personal de Carmen Thyssen-Bornemisza y reflejan estilos como el paisaje y el costumbrismo, además de una selección de piezas de maestros antiguos como Zurbarán

    El edificio del Palacio de Villalón, del siglo XVI, se rehabilitó para acogerlo y es un museo en sí mismo, con un patio central que asemeja a un gran patio cordobés con arcos arabescos.

Ciudad

Con trece siglos de historia, Málaga es una de las ciudades más antiguas de Europa. Los fenicios supieron ver en la colonia de Malaka la ciudad próspera y acogedora que es hoy. Puedes recorrerla a pie o con una visita guiada o free tour que te ofrezca una visión amplia de su historia.

Centro histórico de Málaga y Calle Larios

Empápate de la historia de Málaga en el centro de la ciudad y visita los monumentos más impresionantes, como la Catedral de Málaga, la Alcazaba y el Mercado Central de Ataranzas. La famosísima Calle Larios es el epicentro del barrio, una arteria peatonal llena de comercios, bares y restaurantes. 

La Plaza de la Merced, la de la Constitución, la de la Judería… o el Pasaje de Chinitas, una callejuela habitada por negocios de toda la vida que conserva el ambiente vecinal. El casco histórico de Málaga es para recorrerlo sin prisa, caminando y fijándote en cada detalle. Y, si puedes visitarlo durante la Feria de Málaga, ¡no lo dudes!

Playa de la Malagueta

Esta antigua zona industrial se rehabilitó para dar lugar a uno de los rincones más queridos de la capital malagueña. Además, en él están el museo Pompidou y el Thyssen.

No te pierdas la playa de la Malagueta para un buen día de sol y mar, y visita el puerto de Málaga para un paseo entre barcos y un ambiente relajado y cosmopolita. Un café en Muelle Uno con vistas al mar, un paseo en barco en el atardecer, restaurantes, tiendas, mercadillos… el puerto es un punto de encuentro imperdible. 

Qué ver en Málaga

Lagunillas

Lo llaman “el Soho malagueño”, y por algo será. Arte, creatividad, innovación, energía… la vida tiene otro color en este barrio de murales, grafitis, terrazas y espacios de coworking. La cultura y la inquietud se concentran en sus calles, que también han sabido guardar el encanto de la Málaga humilde de siempre. 

Naturaleza

El cuidado del entorno y el valor paisajístico también tienen su lugar en Málaga. 

Jardín Botánico La Concepción 

Nada menos que 3,5 hectáreas de terreno ocupa este jardín histórico-artístico, reconocido por su colección de flora subtropical. Cascadas, fuentes, invernaderos, riachuelos… visitar el Jardín Botánico de La Concepción es meterse en un mundo casi onírico.

Nuestros favoritos son la colección de palmeras, la de bamúes y la de plantas acuáticas. Tienes más de 50.000 plantas donde elegir, además de una zona de jardín histórico declarado Bien de Interés Cultural. 

Playas

La playa por excelencia de la ciudad de Málaga, La Malagueta, fue regenerada para convertirse en la maravillosa playa que es hoy: aguas tranquilas y rodeada de un bonito paseo marítimo y a solo 10 minutos del centro. Aquí, vivir en la ciudad no significa alejarse del mar. Además, cuenta con servicios como alquiler de hamacas y sombrillas, zona de juegos infantiles, equipos náuticos…

Las playas de La Caleta y Pedregalejo también son buenas opciones si tu visita dura varios días. Son más tranquilas que La Malagueta pero cuentan también con todos los servicios. 

Qué ver en Málaga

Gastronomía

No se conoce un lugar hasta que no se ha probado su cocina. Así se conoce Málaga a través del sabor.

Mercado Central de Ataranzas 

Donde ahora está el Mercado Central de Ataranzas, antes se levantaban los astilleros nazaríes del siglo XIV. El edificio actual, inaugurado en 1879, conserva la puerta principal de estilo nazarí y es una muestra muy valiosa de la arquitectura del siglo XIX. En el interior se añadieron unas espectaculares vidrieras en 1973. Además, es una opción perfecta para probar lo mejor de la gastronomía malagueña visitando los puestos de bares y restaurantes o comprando carnes, quesos, mariscos, pescados…

Dónde comer en Málaga

¡Difícil elección! Pero hay dos restaurantes que no pueden faltar:

Irse de Málaga sin haber pisado El Pimpi debería estar prohibido. Con más de 40 años de historia, probablemente sea el restaurante más conocido de la ciudad. No solo por la decoración de este antiguo edificio del siglo XVIII con sus patios, rincones y azulejos, sino porque sus platos siempre aciertan. Pescaíto frito, pulgas de lomo, berenjenas… ¡ñam!

Para platos de autor y una localización inigualable en el hotel Villa Guadalupe, el Restaurante Amador, de Amador Fernández, lo tiene todo. Unas vistas de Málaga que quitan el hipo, obras de arte y platos como paletilla de cordero, alcachofas ecológicas y foie gras con emulsión de manzana. 

Qué ver en Málaga

Platos y tradición

La tradición nunca falla y los platos típicos de Málaga son un ejemplo. Sencillos, pero no simples.

  • Ajoblanco. La sopa también es para el verano. Típico de la comarca de la Axarquía, el ajoblanco ya ha alcanzado fama nacional. Y bien merecida, porque la mezcla de sabores dulces (por las uvas) y amargos (por las almendras) no deja a nadie indiferente.
  • Fritura malagueña y espetos. Solo por el famosísimo ‘pescaíto frito’ ya merece la pena visitar la Costa del Sol. El aceite de primera calidad, el pescado fresco del Mediterráneo (boquerones, salmonetes, chopos…) y el buen hacer de los cocineros malagueños son las claves. ¡Ah! Y un chorrito de limón. El espeto de sardinas nos hace la boca agua.
  • Ajobacalao. Típico de Vélez-Málaga, el ajobacalao se consume principalmente en Cuaresma. Podríamos compararlo con un paté, y lleva bacalao desalado, miga de pan cocido al horno, ajo, zumo de limón, pimentón, guindilla y aceite de oliva. Un entrante para chuparse los dedos.

Ahora que sabes qué ver en Málaga, te toca a ti elegir cómo disfrutarla. En Sonneil, te ayudamos a vivir la buena vida en los mejores lugares del Mediterráneo. ¿Te animas?

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