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Julio ha llegado, el agua del mar ha subido de grados y ya nada nos impide pasar horas nadando o tumbados sobre la arena. 

Aquí nuestro homenaje a la playa y el verano, a esas tardes eternas mirando al horizonte, y a vivir restándole importancia a los problemas. 

Las mejores playas de España

En cuanto llega el calor, los ranking de las mejores playas de España empiezan a acaparar espacio en medios de comunicación y en Internet. Revistas como Condé Nast Traveler y National Geographic escogen las playas más impresionantes para pasar el verano. Ahora, es el turno de nuestro propio ranking. Estas son (solo) cinco de las playas que más nos gustan en Sonneil:

Figueiras, Islas Cíes, Pontevedra

Para descubrir el paraíso atlántico de las Cíes, lo mejor es que te alejes del muelle e investigues entre la vegetación. Así llegarás a Figueiras, una playa rodeada de grandes pinos, muy tranquila y en la que podrás sentirte de lo más libre, porque en ella se practica el turismo. 400 metros de longitud y arena blanca en un rincón para la desconexión que te hará querer establecerte en las islas para siempre.  

Playa de los Genoveses, Almería 

¿Quién no ha visto alguna vez una imagen de las maravillosas playas vírgenes de Almería? La de los Genoveses, en pleno Parque Natural de Cabo de Gata, es el mejor ejemplo. Por algo ha sido escogida como escenario para varias películas. Una bahía de dunas de arena fina y dorada protegidas y conservadas en su estado más natural. Sin olvidarnos de las típicas chumberas almerienses. ¡Vámonos al sur! 

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Cala Granadella, Alicante

La famosa localidad alicantina de Jávea cuenta con una de las playas más deseadas de la Costa Blanca. Cala Granadella, rodeada de los pinos y las montañas del Parque Forestal de La Granadella, es un paraíso de aguas turquesas ideales para el submarinismo. Con 160 metros de longitud, este rincón enclavado entre acantilados es una apuesta segura para el verano.  

Calò des Mort, Formentera 

Las playas de las Islas Baleares siempre cumplen con las expectativas. Pero, entre ellas, destaca calò des Mort, una ensenada en la bahía de Migjorn, en Formentera. Te encantará visitarla para ver el atardecer, con el sol reflejándose en esas aguas que casi parecen un espejo. Al contrario que otras playas de las islas, esta cala está bastante aislada y no tiene servicios alrededor, así que prepárate bien para poder pasar todo el día en ella. ¡Una piscina en el Mediterráneo más icónico!

Playa de Benijo, Tenerife

Merece la pena coger un avión solo para poner los pies sobre la arena negra y brillante de esta playa de origen volcánico. Situada al norte de Tenerife, es una de las playas más impresionantes de nuestro país por la tonalidad de la arena y su carácter salvaje. Además, la afluencia de turistas es muy baja. Visítala cuando la marea esté retirándose para unos paseos maravillosos.

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Las mejores playas del mundo

¿Te imaginas dar las vuelta al mundo de playa en playa? Soñar es gratis, y leer este post, también. Aquí tienes cinco de las mejores playas del mundo, una por continente. Quedan unas cuantas… ¿nos vamos de viaje?

Oceanía.  Archipiélago Whitsunday, Australia

En 1770, el capitán James Cook pisó la arena de estas islas paradisíacas del Pacífico Sur y quedó prendado por su belleza. No nos extraña, porque las Whitsunday son un auténtico prodigio de la naturaleza, situado encima de la Gran Barrera de Coral. Vegetación exhuberante, bosques tropicales, palmeras, fósiles, aves migratorias, ballenas, peces de todas las formas y colores… Está lejos, sí, pero ¿qué más da?

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Asia. Ko Similan, Tailandia

Son nueve las islas que conforman el archipiélago y parque nacional de las Similan, en el mar de Andamán. Pero lo más impresionante está debajo del agua, porque bajo sus playas hay un fondo marino maravilloso para los buceadores y reconocido por su biodiversidad (dicen que es el mejor lugar de Tailandia para bucear). La playa de Ko Similan, la isla más grande, es famosa por sus arrecifes de coral y sus rocas.

América. Cayo Largo del Sur, Cuba

Francis Drake y Cristóbal Colón no tenían un pelo de tontos, porque escogieron Cayo Largo para desembarcar antes de emprender el viaje a través del Atlántico. A unos 170 km de la costa de Cuba, las playas de este pequeño islote son la representación viva de una postal caribeña y se mantienen casi tal y como las encontraron los navegantes hace siglos. Palmeras que se meten en las aguas cristalinas y arena que, de lo blanca, casi parece harina.  No te pierdas playa Los Cocos, playa Blanca y playa Lindarena. ¡Ah! Y las tortugas marinas escogen playa Tortuga para poner sus huevos.

África. Matemwe Beach, Tanzania

Esta es la playa favorita de quienes hacen safaris por los parques de Tanzania o visitan el monte Kilimanjaro, y es la prueba de que las playas paradisíacas no están solo en el Caribe o en las islas perdidas en medio del océano. En el nordeste de Zanzíbar, Matemwe Beach es una enorme extensión de arena blanca y fina, ¡y también puedes bucear entre corales! Aunque lo más típico es navegar en dhow, la embarcación tradicional de la costa suajili. Eso sí: cuidado con los erizos al entrar al agua.  

Europa. Cala del Naufragio, Grecia

Desde luego, si tuviéramos que naufragar en algún lugar, pediríamos que fuera en esta playa griega de la isla de Zante, en medio del Mar Jónico, y a la que los navegantes venecianos del siglo XV bautizaron como “flor de Oriente”. En 1980, un barco naufragó en su playa más famosa, que ahora se conoce como cala del Naufragio, y aún sigue varado en su arena, como si no quisiera olvidarse nunca de ese paraíso en el que murió. Con costas escarpadas y rocosas en la zona norte, arenosas en el sur, y golfos recortando su perfil, esta isla es la imagen perfecta de la Grecia natural.   

La historia del veraneo

Ahora, estamos más que acostumbrados a ir de playa en playa, a buscar la cala más recóndita con las aguas más cristalinas, a echarnos crema solar hasta parecer muñecos de nieve y escoger el traje de baño que mejor nos sienta. Pero no siempre ha sido así.

La historia del veraneo y de los días de playa está muy asociada a la salud. A finales del siglo XIX, la hidroterapia, el tratamiento de las dolencias con agua, empezó a ganar fama y los balnearios eran los lugares más deseados. 

Después, el mar les ganó espacio y, tras la Primera Guerra Mundial, las clases medias ya pasaban tiempo en la playa. Aunque hubo que esperar hasta 1959 para que el turismo de sol y playa ganara un peso importantísimo en la economía española. 

Además, se podría considerar a Isabel II como la precursora del veraneo, con sus escapadas estivales a zonas como San Sebastián y Santander, lo que convirtió a la cornisa cantábrica en un destino preferente para las clases altas. Fuera como fuera, menos mal que se inventó el veraneo, ¡porque no nos imaginamos la vida sin unos días en la playa!

Ojalá puedas disfrutar de unos días de playa este verano. Mientras tanto, te dejamos una playlist con canciones que te transportan a un mundo de sol, mar y arena.