La Costa Blanca atesora una rica variedad de especialidades culinarias. Siendo una región costera, el marisco tiene un lugar predominante. La pesca del día incluye algo de atún, sardinas, merluza, salmonete, lenguado, rape, pulpo, chipirones, caballa, raya y dorada, que normalmente se sirven preparados a la plancha con un chorrito de limón. A estas delicias se suman los platos que tienen su origen en las regiones montañosas del interior, como la olleta, a base de arroz con cerdo, embutido, calabaza, nabo, pencas, garbanzos y judías.
La Costa Blanca también es la cuna de la paella, la propuesta culinaria más famosa de España.
Con origen en la Valencia rural del siglo XVIII, es un plato muy sencillo que, sin embargo, depende de la perfecta combinación de sus ingredientes para conseguir el resultado deseado, por lo que es importante la calidad del arroz, la composición del agua, la cantidad de aceite y la correcta temperatura de cocción. Elaborada con arroz seco, preferiblemente de la famosa variedad bomba, se cocina en una gran sartén a la que también se le llama paella. Se le añade azafrán para darle su característico color amarillo.
Las variedades de paella son numerosas, pero la auténtica receta debe contar con ciertos ingredientes: alubias, pollo, conejo y el famoso caracol de montaña llamado choneta. De todos modos, las variedades más populares son la paella marinera, hecha con pescado y marisco, y la paella mixta, hecha con carne y pescado.
Pero la paella no es el único plato de arroz que se encuentra en la región. Está el arroz al horno, el arroz con alubias y nabo, que se suele comer en invierno, y el arroz con costra, que lleva una costra de huevo por encima. Otras variantes incluyen arroz con calamares y atún, pollo y solomillo de cerdo, chipirones y ajos tiernos. También un arroz típico de pescadores que tiene su origen en la provincia de Alicante y al que se le dedica un concurso internacional que se celebra cada año en Denia.
Entre los productos emblemáticos de la región, destacan las naranjas valencianas por ser especialmente jugosas y con un gran sabor, y también la horchata, una bebida blanca y densa elaborada con chufas secas que se introdujeron en España desde el norte de África durante la dominación musulmana. Otras influencias árabes pueden encontrarse en el apartado de los postres, que suelen incorporar almendras y miel. El más famoso de todos ellos es el turrón, un dulce tipo nougat, elaborado tradicionalmente con miel, azúcar, clara de huevo y almendra tostada u otros frutos secos.
En resumen, la Costa Blanca es un deleite para cualquier sibarita y eso sin mencionar los magníficos vinos que ofrece la región.