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Las calas de Mallorca son inigualables. Por algo han alcanzado fama internacional y la isla es conocida como un paraíso terrenal por personas de todo el mundo. Impresionantes aguas cristalinas, vegetación mediterránea y riscos que conforman un paisaje que casi parece creado con inteligencia artificial. Las calas de Mallorca son auténticas joyas que merece la pena explorar y disfrutar. Aquí tienes algunas de las más espectaculares. ¡Que las disfrutes!
Calas de Mallorca: las que no te puedes perder
Hay muchísimas, todas son preciosas y es difícil elegir. Pero, si tuviéramos que quedarnos con seis, estas serían nuestras calas favoritas de Mallorca.
Cala Mondragó
En el sureste de la isla está el Parque Natural de Mondragó, una reserva natural de gran valor ecológico y con una costa de formas recortadas que da lugar a calas escondidas como la cala Mondragó, una de las más famosas de Mallorca. Se trata de una cala virgen protegida de la edificación y del turismo gracias a esa condición de reserva natural, por lo que siempre está limpia y conserva perfectamente su espectacular belleza. Está rodeada de acantilados y los pinares característicos de la isla que ofrecen zonas de sombra y paseo, y sus aguas tranquilas y claras son geniales para descubrir el fondo marino haciendo snorkel. También tiene servicio de restaurante, sombrillas y hamacas, así que puedes pasar todo el tiempo que quieras en este paraíso.
Cala Agulla
También en un Parque Natural, esta vez el de la Península de Llevant, Cala Agulla siempre está presente en la lista de las calas de Mallorca más deseadas. Las vistas -en días despejados se ve la silueta de Menorca- se quedarán en tu memoria para siempre, y también su arena que emite incluso brillos rosados. Con 525 metros de longitud y un conjunto dunar y vegetal valiosísimo, está preparada para que los visitantes cuenten con todas las comodidades y servicios que necesiten, como tumbonas, sombrillas, vigilantes y demás.

Cala Varques
Para quienes no temen adentrarse en caminos incómodos para buscar rincones escondidos, Cala Varques es su mejor opción. Esta cala es un tesoro virgen al que se llega tras una caminata de cerca de media hora que atraviesa un bosque y una colina, pero merece la pena. Poco frecuentada, sin construcciones, chiringuitos ni nada que altere su estado natural, tiene todo lo que se le pide a una playa paradisíaca: arenas blanquísimas, aguas de cristal y acantilados imponentes. Además, las estalactitas y estalagmitas de las Cuevas del Pirata, la Cueva del Xot o la Cueva del Pont hacen las delicias de los más curiosos, así como la Cova des Coloms, accesible sólo desde el mar.
Cala Deià
En la pintoresca localidad de Deià, en el noroeste de la isla, está Cala Deià, una cala que ofrece un entorno bastante distinto a otras, ya que su superficie es de guijarros y forma parte de la Sierra de Tramuntana, lo que le proporciona un paisaje montañoso. Pero esto no la hace peor, muy al contrario, se trata de una de las mejores calas de Mallorca y destaca por su ambiente bohemio. No en vano, esta zona inspiró a grandes artistas como Robert Graves. En los alrededores de Cala Deià hay terrazas y restaurantes con vistas que quitan la respiración. ¡No te la puedes perder!
Cala Mesquida
Cala Mesquida es muy especial. Sus dunas de arena blanca y fina no tienen parangón, y además puedes disfrutar de dos paisajes diferentes en la misma cala. En su extremo derecho, estas dunas se extienden hasta un denso pinar, todo coronado por una torre vigía antigua. El extremo izquierdo está urbanizado, por lo que la imagen cambia bastante. Aun así, Cala Mesquida conserva su carácter virgen y ha sabido unir las necesidades de los visitantes con el respeto a la naturaleza. Gracias a sus 300 metros de longitud, aunque tenga mucha afluencia en verano, es fácil encontrar un sitio y no hay aglomeraciones. Sus aguas son poco profundas y calmas, así que aprovecha para practicar deportes acuáticos y bucear!
Cala Romántica

Con este bonito nombre se conoce también a la cala de S’Estany d’en Mas, una de las mejores calas del este de la isla, perteneciente a la localidad de Manacor y muy cerca de la conocida Porto Cristo. Aunque se ha construido algún residencial en la zona, la cala conserva su atractivo natural y salvaje, con una lengua de agua adentrándose en las rocas y formando un refugio para los bañistas. Rodeada de acantilados con pinos mediterráneos, tiene algo más de 150 metros de longitud y cuenta con servicios como tumbonas, sombrillas y un restaurante en primera línea. Además, en menos de 10 minutos en coche podrás explorar todas las calas de la zona.
La promoción Sunrise Bay Residences, comercializada por Sonneil, es un conjunto de villas exclusivas en Cala Romántica. Con vistas al mar, jardines y grandes terrazas para disfrutar del maravilloso entorno. ¿Te apetece conocerlas?


